Un acercamiento a «Refugio», de Ludmila Chernomoretz.
Por Nicolás Sandrini.
2 mujeres caminan en un parque y, todavía no lo saben pero, están salvando el mundo.
Yo
con vos
estoy
bien
Palabras sencillas que articulan una afirmación poderosa. Una mirada cómplice, unas manos que se entrelazan y un beso inesperado que confirma un sentimiento maravilloso llamado amor. Dos almas que detuvieron su marcha en un instante eterno que lo cambiará todo para siempre. La magia de la primera vez, narrada en 7 segundos.
“Refugio” de Ludmila Chernomoretz, se sirve de una puesta en escena modesta que pone en contraste cotidiano la sucesión de gestos y acciones que unen a los personajes. En este sentido, se percibe la sorpresa del beso y la jugada arriesgada de quien tomó la iniciativa, así como la sonrisa auténtica que brota con la llegada del evento deseado. El escenario elegido, un espacio público, nos da un contexto que pone en valor el acto de trascender.