Un acercamiento a SILENCIO, de Juanmanuel Sanchez, por Nicolás Sandrini.
El clásico duelo de cowboys y algunos elementos de género: un bandido sujetando en gesto amenazante a una chica, confronta en un pan focus con una pistola en la cintura del héroe, mientras se oye una serpiente cascabel. Un cruce de miradas en pantalla partida aumenta la tensión, algo está por suceder a la hora señalada por el trinar del ave, pero el anunciado desenlace es interrumpido.
Del espacio extradiegético se alza un ringtone que descoloca a los personajes y que desvela una situación de rodaje. La puesta en abismo se profundiza y revela una pantalla en una sala de cine. El director, que representa a John Ford (arquetipo del director de cine), clava su ojo en el espectador y reclama silencio en una seña de lenguaje universal. El arrebato concluye en los márgenes que permite la pantalla y que habilita su tinte de género: John le quita la pistola al protagonista de su western y apunta a un espectador que abandona el encuadre.